miércoles, 29 de enero de 2014

José Mármol y Herminio Alberti ponen en circulación “Casa de Sombras”

La obra Casa de Sombras, fue puesta en circulación la noche del lunes en la Sala Ravelo del Teatro Nacional. Casa de Sombras es una colección de fotografías en blanco y negro tomadas por el artista del lente Herminio Alberti a las ruinas de la Casa de Caoba, en San Cristóbal, la cual fue antro predilecto del dictador Trujillo para deshonrar decenas de doncellas en sus treinta años de dominio absoluto de República Dominicana. La historia de cada fotografía está poéticamente descrita por nuestro laureado poeta José Mármol.   
Erasmo (Niní) Cáffaro, director del Teatro Nacional, al dar la bienvenida a los autores y a los distinguidos invitados, expresó: “La magia de las metáforas y la belleza de las imágenes, se han unido para engendrar una poética criatura audiovisual que estimula nuestra sensibilidad artística. Congratulaciones al poeta José Mármol y al fotógrafo artístico Herminio  Alberti, por este fruto que prestigia nuestro acervo cultural.”
La presentación del libro estuvo a cargo de José Antonio Rodríguez, Ministro de Cultura, quien expresó: “Alguien dijo que recordar era vivir. Pero… ¿Qué nombre puede llevar el recuerdo de lo no vivido? Hoy, como sacados de un sombrero, llegan los momentos no vividos de una galería de fotografías que, el negro, el blanco y el gris me regalan el recuerdo de un tiempo ajeno, de momentos de otros, pero que se encargan de que me duela el sufrimiento no sufrido. El negro y el blanco… el gris, no hace falta color para reconocer la sangre. No hace falta textura para mojarnos de lágrimas. No hace falta sonido para escuchar “san antonios” repletos de impotencia.”
El poeta José Mármol, señaló en parte de su discurso: “Escribir sobre el dolor significa, aunque no se haya padecido personalmente, escribir desde el dolor. Cuando la palabra y su ministerio nos adentran en los ámbitos de la degradación humana, la represión, la tortura, las cárceles, el exilio, el vil asesinato, la crueldad, la conculcación de los derechos humanos fundamentales de las personas, la injusticia sin par, entonces, aunque no lo desee el lector, cada vocablo lacera lastima, irrita; genera desconcierto, repudio, pesadumbre, desazón. (…) (…) ¿Cuántas mujeres, jóvenes o niñas, fueron acaso víctimas de agresión sexual y degradación moral por los bestiales y míticamente insaciables deseos y caprichos carnales del dictador y sus esbirros? Demasiadas, tal vez,
demasiadas. Es, pues, en honor a ellas y a su reivindicación como personas que hemos impreso estas páginas. Queden, además, estas imágenes y estas palabras como un valladar contra el vergonzoso olvido y contra la impunidad que todavía campea en la bancarrota ética y la fragilidad institucional en que descansa nuestra democracia.”
En su intervención, el artista del lente Herminio Alberti, apuntó: “Estaba en deuda con mi esposa y con mis hijos, primero. En nuestros 38 años de casados, no había encontrado el momento de devolverle parte del sosiego que perdió cuando su familia se vio afectada directamente por las ronchas que provocó la heroicidad
de su padrino y primo Salvador Estrella Sadhalá, por los momentos de terror ante las torturas a su tío Pedro Salado en la cárcel de la 40… Por lo menos, los detalles de este recuento fotográfico reflejan el desgaste de lo que fue y es recordado como el mayor centro de intriga para las jóvenes durante el régimen. Hoy, mi pasión por la fotografía, como profesión para mi tercera edad, me ha permitido captar lo que todos no han visto, o no han querido ver.
Estaba en deuda con mi pueblo… Estaba en deuda con el PACAM… Estaba en deuda conmigo mismo.  Porque en todos estos años no había hecho lo suficiente para proyectar una identificación plena con todos aquéllos que no tuvieron la misma suerte de ser testigos –sin ser tocados
directamente en su integridad– por el entuerto creado por la maquinaria dictatorial de esa época. (…) Ya, gracias a esta maravillosa aventura literaria: ¡No debo nada!”
La edición de este histórico álbum fue donado al patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas (PACAM), entidad fundada y dirigida por la señora Evelyn Soraya Lara Caba, quien expresó las gracias a los autores por este generoso e importante donativo.
Como maestro de ceremonias participó el prestigioso locutor y políglota Rodolfo Espinal.
(Fotos: David Soto)                  

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