viernes, 10 de octubre de 2014

Luis Augusto convence en su debut con la Sinfónica

"Hoy aplaudo el éxito de un músico joven que ha llegado a un nivel interpretativo que me llena de orgullo como maestra, amiga y compañera de orquesta. Bravo Luis Augusto M., por el concierto de anoche!!! Ahora tienes un gran compromiso con la música! Te mando algo especial, con todo cariño!" (Zvezdana Radojkovic).

El joven violinista dominicano Luis Augusto Martínez llenó las expectativas del público en su debut el miércoles con la Orquesta Sinfónica Nacional, donde interpretó el Concierto No. 1 en Si menor para violín y orquesta, de Béla Bartók.
Pese a que Luis Augusto lucía algo apresurado y sudoroso (el ambiente de la sala estuvo muy caluroso), supo dominar sus nervios e interpretar con destreza los dos movimientos (Andante sostenuto y Allegro giocoso) de esta impresionante obra, cargada de dificultades violinísticas, del afamado compositor húngaro Béla Bartók, escrita entre los años 1907 y 1908 y dedicado a la violinista Stefi Geyer.
El primer movimiento, según apunta Mercedes Aróstegui Vidal, representa el amor que el compositor sentía por Stefi. Inicia con un solo de violín apreciándose una sonoridad quejumbrosa, a la cual se le incorporan sutil y paulatinamente los instrumentos de la orquesta, comenzando por las cuerdas frotadas (en forma progresiva), manteniendo el ambiente que está produciendo el solista hasta llegar a estar presente toda la orquesta.
Participación especial de oboes y flauta y una gran orquestación en el segundo movimiento, contribuyeron a lograr un final lleno de gran lirismo y gran fuerza dramática.
Luis Augusto es un joven meritorio de San Miguel, que supo aislarse de la mediocridad barrial y con el apoyo constante de su abnegada madre logró su meta de ser artista. Inició sus estudios musicales en 1989 con la profesora Zunilda Pierret de Morel. Continuó en el Conservatorio Nacional de Música con la profesora Jolanda Janchar y Félix Castillo Lachapelle. A partir de 1998 recibió clases particulares de la profesora Zvezdana Radojkovic, concertino alterna de la Sinfónica, con quien perfeccionó sus técnicas musicales, hasta graduarte como instrumentista en la Academia Dominicana de Música. 
Aunque quise dedicar esta crónica al talentoso e inquieto joven violinista Luis Augusto, justo es reconocer la brillante participación de la Orquesta Sinfónica Nacional, que bajo la dirección del maestro José Antonio Molina inició el programa de la  noche con el hermoso Adagio para cuerdas, Op. 11, de Samuel Barber, logrando una sutil e impresionante interpretación. Igualmente, el cierre estuvo a la altura de un gran final, con la destacada ejecución de la Sinfonía No. 2 en Re mayor, Op. 72, de Johannes Brahms.
(Fotos: David Soto y Miguel Peralta)

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