La joven soprano Nathalie Peña-Comas y el Maestro
José Antonio Molina unieron sus talentos para cerrar con broche de oro la Temporada
Sinfónica 2014, en un memorable concierto celebrado la noche del miércoles en
la Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito.
Desde el inicio el público quedó impresionado ante
la cautivante interpretación del Preludio
y Muerte por Amor, de la ópera Tristán e Isolda, hermoso movimiento sinfónico
del compositor alemán Richard Wagner.
A seguidas entró al escenario la soprano Nathalie
Peña-Comas, quien interpretó con evidente dominio y seguridad escénica tres
piezas del repertorio operístico francés e italiano: Je veux vivre, Aria de Juliette de la ópera Romeo y Julieta, de
Charles Gounod. Eccomi in lieta vesta… O
quante volte, aria de Giulietta de la ópera I Capuleti e I Montecchi, de
Vicenzo Bellini, así como Je marche sur
tous les chemins…Obeisson, recitativo y aria de la ópera Manon, de Jules
Massenet.
Cálidos aplausos y espontáneos bravos, despidieron
la exitosa participación de esta nueva estrella del canto lírico dominicano.
En la segunda y última parte del programa, el
maestro José Antonio Molina se creció en el pódium para lograr el máximo de la
Orquesta Sinfónica en la interpretación de Cuadros
de una Exposición (Suite Descriptiva), de Modest Mussorgsky, miembro del
Grupo los cinco de Rusia.
Según apunta Mercedes Aróstegui Vidal, “Esta obra
fue orquestada por el compositor francés Maurice Ravel, con un éxito de tal
magnitud que su interpretación es más frecuente con esta versión para orquesta
sinfónica”.
El Maestro Molina y los integrantes de la
Sinfónica lucían eufóricos ante los cerrados aplausos del público presente.
(Fotos: David Soto)
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